Precios ridiculos al agicultor
Nada mas hay que estar atentos a la prensa escrita para ver como llevamos semanas viendo que los precios de nuestros cítricos se desploman y caen a lugares de perdidas. Se habla de precios que no superan los quince céntimos por kilo para que el consumidor llegue a pagar hasta dos euros por kilo en la tienda. El agricultor se ve negro para cubrir los gastos de cogida, mientras que el intermediario se llena los bolsillos a costa de alguien que malvive para trabajar. En la calle no reclamamos un precio para hacernos rico, pero si uno que haga que merezca la pena trabajar. En cada plantación se pierden no solo los gastos de trabajos, sino de gastos que no se pueden cubrir como tratamientos de frutales, abonados, gastos de gasoil...etc. Esto no se demuestra en los precios al agricultor, pero si en los precios desorbitados en una tienda, por cuantas manos ha de pasar un producto para que cambie desde quince centimos a dos euros. La variación es muy grande y el producto se da terminado de las manos del agricultor.
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